lunes, 9 de noviembre de 2015

Celebrar hoy a Cristo Rey



N O V E N A   A   C R I S T O   R E Y
El  buen  Pastor  inauguró  un  Reino  que  no  se  detiene

¡Más humano, sólo Dios!

CONTENIDO
Introducción. Orientaciones. Letanías a Cristo Rey.

Guías y comentarios
  1. Jesucristo es nuestro rey-pastor. Juan 10,11-16: ‘Yo soy el Buen Pastor’.
  2. De los pobres es el Reino de Dios. Lucas 6,20-31: ‘Felices los pobres…’.
  3. El Reino no se detiene. Marcos 4,26-29: ‘La semilla brota de cualquier manera’.
  4. Los caminos que no son del Reino. Mateo 4,1-10: Las 3 tentaciones de Jesús.
  5. Los conflictos por el Reino. Marcos 4,35-41: La tempestad calmada.
  6. Nuestras destrucciones del Reino. Efesios 6,10-20: El imperio de la muerte.
  7. El precio del Reino es la cruz y la resurrección. Juan 12,20-26: El grano de trigo.
  8. El proyecto del Reino. Génesis 2,5-25: Proyecto de vida amor y comunidad.
  9. La celebración gozosa del Reino. Apocalipsis 21,1-8: El cielo nuevo y la tierra nueva.

Anexos
1.     Contenido original: CEBs de Guayaquil
2.     Somos un Reino de fraternidad y libertad.
3.     Pobreza y proyecto de vida, Aníbal Faccendini.

CEBs de Guayaquil. 2015. PR.
 I N T R O D U C C I Ó N.

MENSAJE GENERAL

Jesucristo es nuestro rey-pastor: encabeza el Pueblo de los cristianos para que construyamos juntos el Reino de Dios. Para Jesús, la imagen del pastor es más significativa que la de rey: Jesús acepta el título de rey sólo durante la pasión y en la cruz. Hoy estamos llamados a formar un Pueblo cuya misión es la construcción del Reino, desde los pobres: sólo así podemos manifestar que Cristo es nuestro rey-pastor.


JESUCRISTO  ES  EL  REY - PASTOR.

            Durante su vida itinerante, Jesús fue el profeta y el artesano del Reino de Dios. Al comenzar su ministerio, es lo primero que dice: ‘El Reino de Dios se ha acercado: Tomen otro camino y crean en la Buena Nueva’ (Marcos 1,15). La Buena Nueva que Jesús ha venido a anunciar es precisamente esta llegada del Reino por medio de su presencia, sus palabras, sus milagros y su muerte y resurrección. Dice a los enviados de Juan Bautista: ‘Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciego ven, los cojos andan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia la Buena Nueva a los pobres’ (Lucas 7,22). Esos son para Jesús los signos de la presencia del Reino.
Pronto, la gente descubrió en Jesús un líder, un rey según el corazón de Dios. Pero, nunca Jesús aceptó que lo llamaran ‘rey’, en particular después de la multiplicación de los panes: ‘Cuando Jesús vio que querían tomarlo a la fuerza para proclamarlo rey, huyó de nuevo solo a la montaña’ (Juan 6,15).
-        Sus propios discípulos tuvieron muchas dificultades por entender cómo Jesús concebía este Reino de Dios: ‘Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda cuando estés en tu Reino’. Al cual Jesús contestó: ‘Entre Uds., no ha de ser así. Al contrario, el que quiera ser el más importante, que se haga el servidor de todos, y el que quiera ser el primero, que se haga el siervo de todos’ (Marcos 10,37 y 43).
-        Para evitar una concepción demasiado humana del Reinado de Dios, Jesús utilizó otra comparación muy sencilla y más significativa para un pueblo de campesinos, la del pastor: ‘Yo soy el buen pastor’ (Juan 10, 11).
-        Con esta comparación, Jesús hace referencia a lo anunciado por los profetas: ‘De ti, Belén, saldrá un jefe, el pastor de mi Pueblo Israel’ (Mateo 2,6 citando a Miquea 5,1).
-        Cuando Jesús envió en misión delante de él a sus 12 apóstoles, les recomienda de ‘ir primero a las ovejas perdidas del Pueblo de Israel’ (Mateo 10,6). Indicaba así que la primera misión de sus seguidores, era de ser como él ‘pastores’, y particularmente hacia los más ‘perdidos’.
-        Es la promesa que Jesús manifestó para el Pueblo de los que nos reclamamos de él: ‘No temas, pequeño rebaño, porque al Padre le agradó darte el Reino’ (Lucas 12,32).
-        Durante su vida, Jesús actuó como ‘pastor’, multiplicando el pan para los que lo habían seguido 3 días sin comer: ‘Sintió compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor’ (Marcos 6,43).
-        Todos conocemos la parábola de ‘la oveja perdida’: '¿Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por 99 justos que no tiene necesidad de convertirse?’ (Lucas 15,4-6).
-        También, en la parábola del juicio final, Jesús se presenta como ‘el Hijo del Hombre que se sentará en su trono como rey glorioso… Y, como el pastor separa a las ovejas de los machos cabríos, así también hará él’ (Mateo 25,31-32).
-        Después de la resurrección, Jesús confió a Pedro la tarea de ser pastor, en una doble recomendación: ‘Cuida y apacientas a mis ovejas’ (Juan 21,16-17).
Todo esto, nos demuestra cómo debemos orientar nuestra devoción al Cristo Rey: Este rey es primero pastor, y nosotros debemos formar el Pueblo de sus seguidores. Al ejemplo de Jesús y de los apóstoles, nosotros, los animadores de grupos, tenemos la misión de guiarnos los unos a los otros, imitando a Jesús como pastor: conocernos unos a otros, apacentarnos, protegernos, defendernos y dar la vida si es necesario.
Ayudémonos para hacer de esta novena al Cristo rey un tiempo de gracia, tomar un camino nuevo y hacer crecer en medio de nosotras y nosotros la Buena Nueva del Reino de Dios.
ORIENTACIONES  PARA  EL  ANIMADOR


            Para el desarrollo de cada día de la novena, se sugiere los pasos siguientes que se repiten en cada uno de los 9 temas. Es bueno repartirse tareas entre varios: el saludo, la lectura, las oraciones comunitarias, la oración de conclusión, la bendición, el entonar algún canto… El desarrollo de los temas se puede hacer con menos preguntas.
-        Saludos, canto y Letanías a Cristo Rey.
-        Motivación desde nuestra realidad.
-        Canto. Palabra de Dios con su comentario dialogado.
-        Oraciones comunitarias y oración de conclusión.
-        Bendición y canto final.

Nota: En las guías, no se indica los cantos, sino que el animador los prepara con anticipación: unos 3 por temas, que se pueden repetir a lo largo de la novena.


LETANÍAS  A  CRISTO  REY.


A las 3 primeras invocaciones, contestamos: ‘Ten piedad de nosotros’.
-        Dios Padre y Madre que nos amas sin medida… ten piedad de nosotros.
-        Dios Espíritu de Sabiduría que nos ilumina y fortalece… ten…
-        Cristo, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo…

A las siguientes invocaciones, contestamos: ‘Camina con nosotros’.
-        Cristo rey, nuestro buen pastor… Camina con nosotros.
-        Cristo rey, guía de los que creemos en ti…
-        Cristo rey, defensor de los pobres…
-        Cristo rey, protector de los desamparados…
-        Cristo rey, profeta del Reino de Dios…
-        Cristo rey, victorioso para siempre…
-        Cristo rey, camino, verdad y vida de tu Pueblo…
-        Cristo rey, triunfador del mal…
-        Cristo rey, servidor hasta el don de la vida…
-        Cristo Rey, solidario de los más necesitados…
-        Cristo rey, vencedor de la muerte…
-        Cristo rey, siempre vivo con nosotros…
-        Cristo rey, único Señor del mundo y del cosmos…
-        Cristo rey, más fuerte que el mal…
-        Cristo rey, hacedor de una pascua permanente…
-        Cristo rey, restaurador del proyecto de Dios…
-        Cristo rey, modelo de la tierra nueva…
-        Cristo rey, modelo de los cielos nuevos…

Se termina diciendo tres veces: Cristo rey, camina con nosotros.



 TEMA  1 : JESUCRISTO  ES  NUESTRO  REY-PASTOR.


Saludos Agradecer la acogida de los dueños de casa y felicitar a los presentes. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad. Importancia de esta devoción al Cristo Rey:
̵          Esta novena será una buena oportunidad, por una parte, para la profundización de nuestra fe y, por otra, para crear relaciones más fraternales entre todos nosotros.
̵          Comenzaremos diciendo lo bonito que es para nosotros esta novena. Luego veremos que, al título de ‘rey’, Jesús prefiere la de ‘pastor’. Por fin, profundizaremos sentido que nos da Jesús para toda nuestra vida.

Conversemos.
  1. Contemos de qué manera nos hemos hecho devotos de Cristo rey.
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Juan 6, 15 y 10,11-16: ‘Yo soy el Buen Pastor’.
  1. En la segunda lectura, ¿qué título prefirió darse Jesús? Digamos por qué motivos.
  2. En la comparación que nos dio Jesús, ¿cuáles son las tareas del pastor?
  3. ¿Qué conclusiones sacamos para nosotros?

Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Dios nuestro Padre, nos llamas a unirnos mediante nuestra devoción al Cristo rey, tu hijo y nuestro modelo. Haz que descubramos en él al buen Pastor que nos quiere reunir en torno a ti para servir mejor a los demás. Esto te lo pedimos por tu Espíritu que vive con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final.

Nota. Ver el lugar de la próxima reunión y las tareas de los participantes.


Comentario  1  (para  el  animador) :  CRISTO  REY  ES  NUESTRO  PASTOR.

1. Ser muy fraternales y respetuosos
Toda devoción es importante. Es un camino de Dios hacia nosotros; es también un camino de nosotros hacia Dios y los demás. Por eso, hay que primero felicitar a la gente, en este caso, por su devoción a Cristo rey. Esta ha mantenido presente la relación con Dios y con lo demás: estas reuniones son el signo de todo esto es muy valioso.
En un segundo tiempo, descubrimos que, muchas veces, las devociones han podido encerrarnos en el individualismo y el espiritualismo. El método de esta novena va a ser de sumo respeto a lo que piensa, cree y hace nuestra gente. Esto será el punto de partido para profundizar la fe escondida en esta devoción y fortalecer los lazos de amistad entre vecinos. Busquemos en el diálogo inicial que cada uno exprese lo que siente, para que salga valorado, tomado en cuenta y animado para seguir mejor a Jesús.

2. Jesús prefirió el título de ‘pastor’ al de ‘rey’
En el Pueblo de Jesús, la experiencia de los reyes, fuera de algunas pocas excepciones, había sido bastante negativa: corrupción, aventuras guerreras, idolatría, persecución a los profetas, explotación y marginación de los pobres…
Por sus palabras y sus milagros, Jesús fue visto como el líder del Pueblo de los Pobres, el Mesías esperado, el rey soñado que se necesitaba para volver a la fidelidad de la alianza, o sea, al proyecto de Dios sobre la humanidad. Jesús aceptó este sueño del pueblo de sus antepasados, pero buscó otro camino que el reinado temporal para hacerlo realidad. Por esta razón, retomó otra tradición de los profetas que anunciaban a un Mesías Pastor. De ahí, su proclamación: ‘Yo soy el buen Pastor’, con todas las tareas correspondientes a este oficio: conocer bien a las ovejas, defenderlas de los lobos, ponerse al frente de ellas, cuidar de cada una, buscar la extraviada hasta encontrarla, unificarlas en un solo rebaño, llevarlas a buenos pastos, dar la vida por ellas…

3. A nosotros nos toca conformarnos como el Reinado de Dios, bajo el pastoreo de Jesús
Cristo rey es aquel que nos reúne en torno a él, para construir el reinado de Dios. Nuestra tarea es triple: primero con Cristo, luego con los demás y, en fin, con el Reino. Tenemos que:
̵          Conocer a Cristo rey como ‘pastor’ nuestro, purificando nuestra fe y nuestra vida.
̵          Unificarnos como Pueblo de Dios, comenzando entre vecinos, siendo fraternales y organizados.
̵          Construir el Reino de Dios, siendo pastores los unos con los otros, en particular en la familia.

¡Ánimo para estas tareas donde nos ayudamos los unos con los otros!

 TEMA  2 :  DE  LOS  POBRES  ES  EL  REINO  DE  DIOS.


Saludos. Canto y Letanías a Cristo rey.
Motivación desde nuestra realidad:
̵          Tomar conciencia que somos del Pueblo de los Pobres: Dios no nos quiere miserables, sino dignos en la poquedad que vivimos.
̵          Es pobre delante de Dios aquel que comparte con todos y no explota a nadie. El verdadero pobre no es egoísta ni individualista.
̵          Cristo rey nos invita a unirnos en torno a él para construir la fraternidad, la igualdad en nombre de Dios, cualidades que son las bases del Reino de Dios.

Conversemos:
  1. ¿Cuándo es digna nuestra pobreza? ¿Y cuándo no?
Palabra de Dios con su comentar dialogado. Canto. Lucas 6,20-26: ‘¡Felices los pobres!’
  1. Según Jesús, ¿de quiénes es el Reino de Dios? Expliquemos por qué motivos.
  2. ¿Por qué razones nos aleja del Reino de Dios la acumulación de cosas, bienes, dinero?
  3. ¿Cuándo necesitamos compartir más entre nosotros y nosotras?

Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Señor Jesús, viviste la pobreza para compartir nuestra realidad: es esto eres nuestro rey. Ayúdanos a compartir con todos para manifestar la presencia del Reino de Dios que es igualdad y fraternidad. Esto te lo pedimos por el Espíritu Santo que vive con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final.

Nota. Ver el lugar de la próxima reunión y las tareas para los participantes.

Comentario  2 :  SER  UN  PUEBLO  “ POBRE  PERO  DIGNO ”.

1. Somos del Pueblo de los Pobres
Definitivamente, esto es nuestra realidad en Ecuador: somos mayoritariamente el Pueblo de los Pobres. Entre nosotros, hay pocas gentes muy acomodadas y muchas familias que bordean la miseria. Dios no nos quiere miserables. Por eso nos invita a unirnos para lograr una pobreza digna, o sea, que gozamos de nuestras necesidades básicas satisfechas. Los pobres debemos conformarnos en Comunidades fraternales: eso es ser el Pueblo de los Pobres. Quiere decir que, entre nosotros, existan más unión, más fraternidad y cada vez más igualdad. Dejamos de ser los pobres dignos que Dios quiere cuando empezamos a acumular bienes, cuando dejamos de compartir y luchar por la igualdad. El Reino es de los pobres, o sea, de los que confían en Dios y trabajan por la igualdad entre todos. Tener lo necesario para vivir dignamente es lo que debemos alcanzar juntos: eso es pobreza digna; también hay luchar para que todos vayan logrando esta dignidad, en particular mediante el compartir.

2. Las felicidades y las maldiciones de Jesús
Jesús estuvo muy claro: ‘¡Felices los pobres!… ¡Pobres de ustedes los ricos!’. La diferencia entre los 2 es que unos viven en Comunidad: esos son los que Jesús llama pobres. Otros son más individualistas: esos son los ricos, porque para ellos el dinero es primero y lo acapara todo. Si somos pobres en el sentido de dignidad y Comunidad, vamos a ser felices. Dios prefiere a los pobres porque son víctimas del despojo y de la dominación de otros.
En las demás felicidades proclamadas por Jesús, está incluida la primera. Nos dijo Jesús: Sean pobres, pero juntos y dignos; pueden pasar hambre, pero juntos y dignos; lloren, pero juntos y dignos; pueden ser maltratados, pero juntos y dignos. Ya todo es distinto, porque, juntos y dignos, ya estamos venciendo lo que nos hace sufrir.
Bien duras son las maldiciones a los ricos. La razón es porque acumulan a costa de los demás, se ríen del dolor ajeno, son engañosamente satisfechos de sí y de sus bienes, son demasiado adulados porque es falsedad. ‘¡Pobres de ustedes, porque ya tienen su consuelo!’.

3. Seamos pobres con dignidad y en Comunidad
Para nosotros, lo primero es la Comunidad, sino caemos en el individualismo y el egoísmo, denunciados por Jesús. Y adiós la Comunidad. Ya somos de los ricos: las cosas pasan antes de la Comunidad, el dinero nos domina: perdemos la felicidad. ¡Pobres de nosotros y nosotras! La verdadera riqueza es la Comunidad. En definitiva, nos repartimos en los que sí hacemos Comunidad y somos de Dios, y los que no hacemos Comunidad y no somos de Dios: no hay más alternativa.
Ayudémonos a avanzar hacia la igualdad que nos hace verdaderos hermanos y hermanas: la verdadera pobreza nos hace felices y dignos. ‘¡Felices los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios!’.
 TEMA  3 :  EL  REINO  NO  SE  DETIENE.


Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
̵          Hablar de Cristo rey es hablar del Reino de Dios, del que Cristo es la cabeza. Con su resurrección, este Reino ha sido instaurado definitivamente. Por lo mismo que no se detiene.
̵          Pero no se trata solamente que esté el Reino: hay que entrar en él. Entramos en el Reino de Dios si aportamos nuestra parte, o sea, si vivimos en fe, fraternidad y armonía con todos y con la naturaleza.
̵          Vamos a ayudarnos a evaluar nuestra manera de vivir para ver si está conforme o no a los valores del Reino. Seguir a Cristo rey es seguir su ejemplo para reinar con él.

Conversemos.
  1. Digámonos cuándo está el Reino entre nosotros y cuándo no está.
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Marcos 4,26-29: ‘La semilla brota de cualquier manera’.
  1. ¿Qué nos quiere dar a entender Jesús con esta comparación de la semilla?
  2. ¿Cómo puede esta comparación aplicarse a nosotros hoy, como persona y como comunidad?
  3. ¿Qué compromiso tenemos que llevar adelante para mantenernos en el Reino de Dios?

Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Señor Jesús, por tu muerte y resurrección nos abriste las puertas del Reino. Estás esperando nuestra colaboración para que entremos en este Reino. Danos tu Espíritu para que vivamos de tal manera que seas tú nuestro rey y nuestro guía, por los siglos de los siglos. Amén.

Bendición y canto final.

Comentario  3 :  EL  REINO  ESTÁ  EN  ESTE  MUNDO.

            El Reino no es de otro mundo sino que está ya creciendo entre nosotros y nosotras. ¿Sabemos reconocerlo? ¿Lo estaremos construyendo?

1. A veces construimos el Reino sin darnos cuenta
El Reino de Dios no es del otro mundo: comenzó con Jesús, continúa con nosotros, y después de nuestra muerte lo gozaremos en plenitud si hemos participado de su crecimiento a lo largo de nuestra existencia. Cuando vivimos momentos o gestos de amistad, de perdón, de compartir, de ayuda mutua, de respeto, de cariño, de defensa de la verdad, de promoción de la vida, de protección de la naturaleza, o sea, todo lo que es bueno, bello y verdadero, estamos en el Reino de Dios, colaborando a su presencia y extensión entre nosotros. Pero, estamos fuera del Reino si vivimos lo contrario de lo que acabamos de mencionar, o sea, el individualismo, la dureza de corazón, el materialismo, el egoísmo, la violencia, el quemimportismo, la mentira, la corrupción, el atropello, la destrucción de la naturaleza, en pocas palabras, todo lo que es malo, feo y engañoso.

2. El Reino tiene la fuerza de Dios
Con la comparación de la semilla que crece por sí sola, Jesús nos quiere dar a entender que:
-        No somos nosotros los autores del Reino, sino el mismo Dios que lo inauguró con Jesús.
-        El Reino está sembrado, o sea, a veces escondido, en cada uno de nosotros y en medio de nosotros y quiere germinar y crecer.
-        Podemos estar extraños al Reino de Dios si no nos damos cuenta de su presencia y no colaboramos a su extensión.
-        Un día habrá que dar cuenta de nuestra vida. ¿Qué presentaremos: frutos que han construido este Reino o pecados de olvido, omisión y destrucción del Reino?

3. Ser los colaboradores del Reino
El Reino de Dios abarca toda la vida, toda la sociedad, toda la naturaleza, todo el cosmos. Ayudémonos a vivir los valores del Reino:
-        Primero en la familia, entre la pareja, con los hijos y entre hermanos y hermanas: o sea el cariño y el apoyo mutuo, la colaboración, el perdón.
-        Luego en el barrio, entre vecinos y amistades: eso es la solidaridad, el compartir, la unión.
-        También en el trabajo, el colegio, la calle, la sana diversión, la fiesta… o sea, la fraternidad.
-        Igualmente con la naturaleza por el cuidado, y en la vida nacional e internacional con la participación.
 TEMA  4 :  LOS  CAMINOS  QUE  NO  SON  DEL  REINO.

Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
-        El Reino es promesa de felicidad. Pero a veces buscamos una felicidad engañosa. Creemos que estamos ya en el Reino, cuando en realidad no es así.
-        Sólo podemos conocer el Reino de la verdadera felicidad si nos unimos entre cristianos, primero para conocer los caminos del Reino de Dios y luego para ayudarnos a recorrerlos juntos cueste lo que cueste. Conversemos.

Conversemos entre todas y todos.
  1. Digámonos los falsos caminos de la felicidad.
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Lucas 4,1-13: las tentaciones en contra del Reino.
  1. ¿Cuáles son las 3 tentaciones que tuvo que enfrentar Jesús?
  2. ¿De qué maneras son también nuestras estas 3 tentaciones?
  3. ¿Cómo nos vamos a ayudar a no perdernos por caminos de una felicidad engañosa?

Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Jesucristo, nuestro rey, por tu palabra, tu vida y tu muerte, nos enseñaste los verdaderos caminos del Reino que llevan a la verdadera felicidad. Danos el Espíritu Santo para que no nos dejemos engañar por las tentaciones del poder, del prestigio y del dinero y que nos ayudemos para estar siempre en tu Reino, hoy y por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final, entre todas y todos.

Nota. Ver el lugar de la próxima reunión y la repartición de tareas.

Comentario  4 :  LAS  EXIGENCIAS  DEL  REINO.

1. Todo lo armonioso en el planeta es del Reino de Dios
-        Armonía con uno mismo: eso es valorarse, desarrollarse, sentirse bien.
-        Armonía con los demás: eso es la convivencia, el respeto, la tolerancia, el perdón, la organización…
-        Armonía con la naturaleza: eso es la protección del medio ambiente (aseo, siembra de plantas y flores).
-        Armonía con Dios: eso es el resultado de las anteriores armonías, con el apoyo de la oración, la Palabra de Dios y los sacramentos.
Dios nos llama a construir personal y colectivamente todas estas armonías. Si lo hacemos colaboramos al crecimiento del Reino y encontramos la verdadera felicidad. Sigamos haciendo algo o mucho de eso.

2. Las 3 principales tentaciones de Jesús contra el Reino
Jesús tuvo que desechar los caminos que no son del Reino: principalmente son 3 estos falsos caminos.
-        Primero: ‘Transformar las piedras en pan’, o sea, resolver sólo los problemas materiales. El Reino de Dios no está en tenerlo todo ni en buscar siempre más. El acumular, o sea, lo económico capitalista, trae la envidia y el despojo. Jesús eligió el compartir y la igualdad como caminos del Reino.
-        Segundo: ‘Acumular riquezas para dominar’, o sea, vivir primero por el dinero. El Reino de Dios no viene por el poder del dinero. La dominación del poder, o sea, la politiquería, trae el atropello y la violencia. Jesús eligió el servicio y la participación de todos como caminos del Reino.
-        Tercero: ‘Hacer prodigios’, o sea, buscar sólo el prestigio. El Reino de Dios no está sólo en el saber. El saber y el prestigio, o sea, lo ideológico sectario, engañan y marginan a los demás. Jesús eligió la sabiduría de los pobres que se enraíza en la solidaridad como camino del Reino.
Para no caer en ninguna de estas 3 tentaciones, Jesús retoma el proyecto de igualdad comenzado por Moisés, el mensaje de amor de los profetas y las propuestas de los sabios del Pueblo de la Antigua Alianza. Por eso, entendamos bien lo que dijo Jesús: “Mi Reino no es de este mundo” significa que “mi reino no es como los de este mundo”. Y nosotros somos personalmente testigos y colectivamente artesanos de este Reino nuevo.

3. Juntos vamos a desenmascarar y superar estas 3 nuestras tentaciones
Estas 3 tentaciones, -sólo el tener, primero el poder y únicamente el saber-, son las de la humanidad y de nosotros y nosotras. Para construir el Reino de Dios, nuestra tarea es doble:
-        Primero, ayudarnos a desenmascarar las actitudes que no conducen al Reino y que se esconden muy sutilmente en nuestras actividades diarias: tener sin compartir, no vivir el poder como servicio y amontonar saber para nada ni nadie.
-        Segundo, unirnos para abrir caminos personales y colectivos que construyen eficazmente el Reino: compartiendo las cosas afín de no acumular, participando de los proyectos de vida afín de no dominar, y expresándonos creativamente afín de no engañar. El Reino está a este precio, pero está a nuestro alcance.
 TEMA  5 :  LOS  CONFLICTOS  POR  EL  REINO.

Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
-        La construcción del Reino nos acarrea toda clase de conflictos: en lo personal, lo familiar, lo profesional, lo social, lo económico, lo político, lo ético, lo religioso… Ser verdaderos cristianos constructores del Reino es algo permanentemente conflictivo.
-        Lastimosamente no se nos ha educado a vivir en medio de conflictos ni a enfrentarlos decididamente. Tenemos miedo o buscamos evitar problemas: preferimos nuestra tranquilidad egoísta a una lucha valiente por el Reino. Preferimos una vida de segunda categoría, y nos cerramos al don de la paz interna y duradera. Otro camino es posible, con los conflictos.
Conversemos.
  1. En estas reuniones de la novena, ¿qué hemos descubierto del Reino?
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Marcos 4,35-41: Jesús calmó la tempestad.
  1. ¿Qué dijo Jesús a los discípulos asustados y qué hizo con el mar?
  2. ¿Qué clases de conflictos puede representar para nosotros estas olas y esta tempestad?
  3. ¿Cómo nos vamos a ayudar frente a los muchos conflictos que nos asechan?
Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Jesús, Cristo rey, tú estás con nosotros para que triunfemos de los muchos conflictos que nos asechan. Que esta novena nos una más a ti y entre nosotros para seamos valientes y solidarios por tu Reino, gracias a la fuerza de tu Espíritu que lucha con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final.

Nota. Ver el lugar de la próxima reunión y la repartición de tareas.


Comentario  5 :  ENFRENTAR  JUNTOS  LOS  CONFLICTOS  POR  EL  REINO.

1. La vida es una serie de conflictos permanentes
No hace falta detallar que la vida es una lucha permanente por superar pequeños y grandes conflictos que son nuestro pan de cada día: en lo personal, lo familiar, lo profesional, lo social, lo económico, lo político, lo ético, lo religioso… Según enfrentamos y superamos positivamente o negativamente estos conflictos, crecemos o nos debilitamos personal y colectivamente. Ahí están nuestros pecados de omisión: dejamos de actuar el bien haciéndonos así cómplices del mal; dejamos que otros luchen por nosotros; al ser demasiados individualistas y pasivos colaboramos con los grandes males que destruyen nuestra sociedad tales como la corrupción, la violencia, la explotación, el engaño, la irresponsabilidad…

2. Jesús supo enfrentar positivamente toda clase de conflictos
A lo largo de sus 3 años de profeta y artesano del Reino, Jesús tuvo que pasar por muchos conflictos que terminaron por su muerte en la cruz. Enumeremos estos conflictos:
-        Con su familia: ésta lo creía loco y mandaron a su madre María para que Jesús se quedara tranquilo. ‘Todo aquel que hace la voluntad de mi Padre es mi madre y mis hermanos’ (Mateo 12,46-50).
-        Con su pueblo de Nazaret: no creían en él y hasta lo querían echar al barranco. ‘Pero él, pasando en medio de ellos siguió su camino’ (Lucas 4,28-30).
-        Con sus apóstoles: éstos se disputaban los primeros puestos, dudaban de él, no entendían lo del Reino, ni su muerte y resurrección; Pedro le cerró el camino a Jerusalén y lo negó 3 veces, Judas lo traicionó, todos sus apóstoles se dormían mientras venían a apresarlo y luego todos se corrieron.
-        Con las autoridades de su tiempo: Jesús era la manifestación de un Dios liberador de las personas y creador de relaciones de igualdad y de justicia. Los sacerdotes que se habían adueñado de la religión y de la gente, no podían soportar a ese Jesús que hacía tambalear su autoridad y sus privilegios: la solución de suprimirlo, manipulando al Pueblo y al poder romano.
-        Y hasta con su Padre: Es el grito de Jesús en la cruz: ‘Dios mío. ¿por qué me has abandonado? (Marcos 15,33-34); pero terminó con acto de fe: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu’ (Lucas 23,46). Recordemos que es sólo durante su pasión y sobre la cruz, que Jesús aceptó que lo nombrasen rey: ‘Jesús Nazareno, Rey de los Judíos’ (Juan 19,20).
Estos 3 años de conflictos terminaron con su muerte, en fracaso aparente. Pero con su resurrección y el don del Espíritu, Jesús sigue presente y caminando con nosotros para que logremos las mismas victorias que él alcanzó.

3. Los conflictos son desafíos a vivir como una pascua permanente
El último conflicto de Jesús, o sea la pasión y la cruz, resumió todos los demás y terminó con su resurrección. Llamamos este paso la pascua, o sea, el paso victorioso. Todos los conflictos de Jesús eran ya el anuncio de la pascua definitiva, porque supo vivirlos positivamente. Esto es un ejemplo y una esperanza para nosotros. Jesús es nuestro modelo en los conflictos: no eludió ninguno, sino que los enfrentó para sacar provecho de todos ellos. Si lo queremos, puede ocurrir lo mismo para nosotros. Los conflictos son desafíos que nos invitan a una pascua permanente, es decir, a pasar a una vida mejor, personal y colectivamente. Son las pequeñas ‘pascuas’ que Dios siembra en nuestro camino: al enfrentarla positivamente nos preparamos a convertir nuestra muerte en nuestra pascua definitiva, o sea, la unión con la resurrección de Jesús.
Solamente en Comunidad, unidos a los que hacen de su vida una lucha permanente y enraizados en el ejemplo de Jesús, nos iremos haciendo verdadero devotos de Cristo Rey, que nos jala tras sus victorias y la participación alegre en su reinado.

 TEMA  6 :  NUESTRAS  DESTRUCCIONES  DEL  REINO.


Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
-        Hemos visto que podemos estar o no estar en el Reino: depende de que nuestra manera de vivir sea o no conforme a las palabras y al ejemplo de Jesús. Al no estar en el Reino, no estamos colaborando a su crecimiento. Sólo viviendo los valores del Reino, aportamos a su construcción: pasamos a ser artesanos del Reino.
-        Hoy vamos a ver cómo hacemos retroceder el Reino, por ejemplo, cuando nos unimos, consciente o inconscientemente a lo que lo destruye. El Reino se puede destruir por nuestras malas actividades y por las malas actividades de las organizaciones e instituciones humanas. Estos son los distintos pecados: personales, sociales y estructurales o institucionales.

Conversemos.
  1. ¿Podemos dar nombres de personas, grupos y organizaciones que trabajan a la destrucción del Reino?
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Efesios 6,10-20: el imperio de la muerte.
  1. Según San Pablo, ¿contra quiénes está dirigida la lucha de los cristianos?
  2. Según el mismo Pablo, ¿cuáles son las herramientas de los cristianos para contrarrestar las fuerzas del mal?
  3. ¿A qué nos comprometemos personalmente y con los demás para impedir la destrucción del Reino?

Oraciones comunitarias entre todas y todos.
Oración de conclusión: Señor Jesús, por las palabras de San Pablo nos revelas que las fuerzas del mal están organizadas para destruir el Reino. Te pedimos, como Cristo rey, de hacernos entrar personal y comunitariamente en tu lucha victoriosa, para que triunfe tu Reino, gracias al Espíritu Santo que vive con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final.

Nota. Ver el lugar de la próxima reunión y la repartición de las tareas.

Comentario  6 :  ENFRENTEMOS  TAMBIÉN  EL  IMPERIO  DEL  MAL.

1. A veces nos hacemos cómplices del mal y del imperio del mal
Nos hacemos cómplices del mal cuando dejamos que el odio, la violencia y las demás fuerzas de destrucción y de muerte se apoderen de nosotros y nosotras. Con estas malas actitudes, imponemos a otros sufrimientos y atropellos: hacemos retroceder el Reino.
Pero también descubrimos que se nos impone violencias y destrucciones, cuando personas e instituciones están organizadas para hacer daño. Aquí se trata de una organización social, política, judicial, informativa, o sea, el neoliberalismo, que nos empobrece, paga salarios de miseria, aumenta sin fin las desigualdades y favorece la corrupción y la impunidad, o de la deuda externa mediante el FMI (Fondo Monetario Internacional) que nos mata de hambre, de analfabetismo y de enfermedades, o del comercio internacional injusto que, por medio de la OMC (Organización Mundial del Comercio), nos despoja de nuestras materias primas o nos las paga con precios insignificantes… Por eso, muchas veces nos sentimos impotentes.

2. El imperio de la muerte según San Pablo
En su carta a los Efesios, San Pablo nos describe una situación bastante parecida a la nuestra:
-        Las fuerzas del mal están conscientemente organizadas contra el Reino: son el imperio de la muerte,
-        El motor de esta maldad tiene su origen en el poder real y muy grande del demonio, que es la personalización del mal.
-        Pero, podemos resistir esta situación e invertirla con la fuerza de la oración, de la Palabra de Dios, de los sacramentos y del Espíritu Santo, porque nos comunican la fuerza de la resurrección de Jesús.

3. Nos toca emprender tres tareas para derrotar este imperio de la muerte
-        Ser conscientes de esta situación y desvelar sus mecanismos perversos y destructores,
-        Protegernos mutuamente dando a conocer las trampas de este imperio diabólico,
-        Organizarnos para fortalecer las fuerzas positivas del Reino en nosotros, entre nosotros y en todas las organizaciones que promueven los valores del Reino. Pues, el Reino no se detiene: si está destruido por un lado, resurge más fuerte por otro. Ahí estemos nosotros y nosotras.

 TEMA  7 :  EL  PRECIO  DEL  REINO  ES  LA  CRUZ  Y  LA  RESURRECCIÓN.


Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
-        Hemos visto que los conflictos son parte de toda vida. Jesús los tuvo y los transformó en su pascua, o sea, el paso hacia una vida mejor. Su mayor conflicto fue el de la cruz. Jesús aceptó la cruz para no traicionar su misión: hizo de ella el camino hacia la resurrección.
-        Las cruces son también la realidad de nuestra vida. Dios no quiere que suframos. Es el pecado y la maldad que han traído el sufrimiento. No se trata de buscar el sufrimiento, sino combatirlo y transformarlo en una oportunidad de vida.

Conversemos.
  1. Nombremos a personas que han dado o están dando su vida para que vivamos mejor.
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Juan 12,20-27: una muerte para la vida.
  1. Según la comparación de Jesús, ¿cuáles son las etapas por las que pasa el grano de trigo para dar frutos en abundancia?
  2. ¿En qué momentos de nuestra vida hemos tenido un proceso parecido al del grano de trigo?
  3. ¿Cómo nos vamos a ayudar a llevar nuestras cruces para que sean fuentes de vida?

Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Señor Jesús, tu vida fue una entrega permanente para la victoria del Reino: por eso te invocamos con Cristo rey. Haz que imitemos tu ejemplo siendo servidores de la vida hasta las últimas consecuencias, ya que ‘perder la vida por el Reino es ganarla por la vida eterna’, gracias al Espíritu Santo que vive con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final.

Nota. Ver el lugar de la próxima reunión y la repartición de tareas.


Comentario  7 :  EL  ESCÁNDALO  DE  LA  CRUZ.

1. La dura realidad de la cruz en nuestras vidas
La cruz no fue querida por Dios ni deseada por Jesús. Dios no castigó a su hijo, ni Jesús fue masoquista: el sufrimiento debe ser desterrado, si no la cruz se queda como un mero escándalo. Para Jesús la cruz fue, por una parte, la consecuencia de su misión de Profeta: denunciar la maldad de sus compatriotas. Por otra, la cruz fue la mayor muestra de solidaridad con la realidad de sufrimientos de los pobres de ayer y de hoy: asumió la condición de los pobres, sus sufrimientos y su muerte. Por su fidelidad a Dios, por su solidaridad con los pobres, por su valentía frente a las consecuencias de sus palabras y de sus actos, Jesús hizo de la cruz, cosa mala, un camino hacia la resurrección y un mundo mejor, o sea, el Reino.

2. La comparación del grano de trigo
Detengámonos en las distintas etapas de la comparación del grano de trigo, etapas que siguió el mismo Jesús:
-        ‘El grano cae en tierra’, o sea, es enterrado. Jesús se encarnó, se enterró en el Pueblo de los Pobres como único camino hacia el Reino. Hizo suya la causa de los pobres: fue su opción radical.
-        ‘Muere’. Jesús nos dio el verdadero sentido de la muerte, o sea, el paso a mejor vida, por haber sido fiel a Dios, solidario con los pobres y valiente frente a las autoridades.
-        ‘Da mucho fruto’. El amor de Jesús hasta lo extremo y la aceptación de las consecuencias de su opción por los pobres hizo que su muerte se multiplicara en muchos frutos de vida para él, con la resurrección, y para nosotros, con el Reino.

3. Amar hasta morir para vivir y hacer vivir mejor
-        Sigamos el ejemplo de Jesús, fructífero grano de trigo para el Reino:
-        Identifiquémonos con la realidad de la pobreza digna.
-        Destruyamos en nosotros al ‘hombre viejo’ esclavo del pecado.
-        Demos a diario nuestra vida al servicio del crecimiento de los demás y del Reino.

Los frutos del Reino, desde hoy, son a la vez la cruz y la resurrección.

 TEMA  8 :  EL  PROYECTO  DEL  REINO.

Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
-        Podemos decir que la armonía es la primera cualidad del Reino: armonía en nosotros mismos, armonía con los demás, armonía con la naturaleza y armonía con Dios.
-        Este sueño con 4 caras no es el ‘paraíso perdido’, sino el paraíso a construir: con el Reino se hace realidad progresiva y dolorosamente en y a través de nosotros. El modelo y la realidad del Reino están a nuestro alcance.
Conversemos.
  1. ¿Qué personas nos gusta admirar? ¿Por qué motivos?
  2. Analicemos este “Árbol del Reino”, siguiendo las flechas.
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Génesis 2,5-25: un mundo en armonía.
  1. En este poema de la creación:
-        ¿Cómo se manifiesta la armonía en la naturaleza?
-        ¿Cómo se manifiesta la armonía en el propio ser humano?
-        ¿Cómo se manifiesta la armonía en la primera pareja?
-        ¿Cómo se manifiesta la armonía con Dios?
  1. Y nosotros, ¿dónde tenemos que hacer más presente esta realidad de armonía?
Oraciones comunitarias.
Oración de conclusión: Señor Jesús, alcanzaste en tu persona restaurar la armonía para toda la creación. Por eso eres el Cristo rey. Haz que participemos de esta armonía tuya para hacerla reinar en todas parte mediante la belleza, la entrega, la unión y la fe, gracias al Espíritu Santo que vive con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final, entre todas y todos.
Nota. Lugar para la próxima reunión y repartición de tareas.

Comentario  8 :  SOÑAR  EL  REINO  CON  DIOS  PARA  HACERLO  REALIDAD.
1. Soñar y hacer realidad la belleza, la bondad y la verdad
La creación nos regala belleza tanto en toda la naturaleza como en el mismo cuerpo humano: ‘Y vio Dios que todo cuanto había hecho era muy bello’ (Génesis 1,11). ¡Quién no se admira de la creación! El mismo Dios nos invitó a ‘cultivar la naturaleza y a cuidarla’ (2,15).
Entre los humanos, la primera cualidad humana es la bondad. ¡Qué bonito escuchar: esa persona es muy buena’! Jesús dijo: ‘¡Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia!’ (Mateo 5,7).
El regalo de Dios, a merecer, es la verdad: su Palabra, Jesús, la Comunidad son los medios que puso a nuestra disposición para que no anduviéramos perdidos.
Esto fue el sueño de Dios en la creación y sigue siéndolo hoy, para que lo hagamos realidad: el Reino, resumido en 3 palabras: belleza en las cosas, bondad entre nosotros y verdad con Dios.
2. El sueño de Dios está en la Biblia: es el poema de la creación.
El sueño de Dios está en los 2 primeros capítulos del Génesis, donde se nos pinta cómo Dios va creando el mundo y la humanidad: ahí está la raíz de toda organización social.
-        El origen de la creación es Dios. Su creación consiste en compartir con otros lo que es Dios, o sea, vida, amor y comunidad. Lo que busca Dios en su creación es la ARMONÍA entre todo y con todos.
-        Primero, Dios creó la naturaleza que es para el bien de todos: es un regalo a compartir entre todos, según la necesidad de cada uno. Esto se llama la ECONOMÍA, o sea, la organización del compartir. Ahí, el pecado va a ser el acaparamiento o la acumulación. Ver Éxodo 16,14; Mateo 20,1-16; Hechos 2,42-44 y 4,32-35…
-        Luego, Dios creó la humanidad, cuya meta es el convivir. Esto va a ser el campo de la POLÍTICA, o sea, la organización del convivir. Ahí, el pecado será de dominar. Ver Éxodo 18,13-27; 1 Samuel 8; Marcos 10,42-47…
-        En fin, Dios, ‘soplando’ sobre el varón y la mujer su espíritu, les regaló su propia sabiduría que nos permite expresarnos de múltiples maneras. Este campo va a ser él de las IDEOLOGÍAS, o sea, la organización de la creatividad. Aquí, el pecado será de mentir y engañar. Ver Daniel 2; Lucas 4,16-21; 1° Corintios 1,26-29…
Así, descubrimos que nada es extraño al sueño de Dios: Eso es el Reino que lo abarca todo. En todo esto tenemos que trabajar para que la realidad del mundo sea más conforme al proyecto de Dios, es decir: junto construir el compartir los bienes, el convivir entre las personas y el expresarnos todas y todos. Es con Moisés que el sueño de Dios comenzó a hacerse realidad y luego con los Jueces, durante unos 250 años. Jesús retomó los aspectos más significativos de este proyecto marginado por las autoridades religiosas de su tiempo.
3. Nuestros sueños son el sueño de Dios, a construir desde ya, personal y mancomunadamente.
               El paraíso no es algo del pasado, sino del presente y del futuro. Es nuestro trabajo de hijos de Dios y de seguidores de Jesús: al construirlo manifestamos que Dios reina y Cristo pasa a ser, mediante nuestros con compromisos, el rey de toda la creación.
 TEMA  9 :  LA  CELEBRACIÓN  GOZOSA  DEL  REINO.


Saludos. Canto y Letanías a Cristo Rey.
Motivación desde nuestra realidad.
-        Nuestras actitudes a favor del Reino son variadas: conocer y reconocerlo, entrar en él construyéndolo, saber de su destrucción y dejar de ser cómplices de ella, pero también tenemos que saber celebrarlo.
-        La misa debe ser la mayor celebración del Reino: pedimos perdón por su destrucción, la Palabra de Dios nos ayuda a reconocer su presencia y colaborar a su avance, Jesús transforma nuestros esfuerzos, nuestros dones y nuestras personas en su propia presencia, y nos hace comulgar al Reino.
-        Recojamos los frutos de esta novena para alegrarnos, ofrecerlos a Dios y celebrarlos: así los iremos multiplicando.

Conversemos.
  1. ¿Qué es lo que más nos ha gustado en esta novena?
Palabra de Dios con su comentario dialogado. Canto. Apocalipsis 21,1-8: cielo nuevo y tierra nueva.
  1. ¿A qué comparó Juan el cielo nuevo y la tierra nueva?
  2. Echando una mirada sobre esta novena, ¿cuáles son las mayores tareas que tenemos por delante?
  3. ¿Qué nos proponemos para llevar a cabo alguna de estas tareas?

Oraciones comunitarias, entre todas y todos.
Oración de conclusión: Cristo rey, el reino que instauraste se hace presente en medio de nosotras y nosotros cada vez que así lo queremos. Te pedimos, como gracia de esta novena, que nos mantenga unidos a ti, entre nosotros y nosotras, y con todos los que hacen el bien, con la ayuda del Espíritu Santo que vive con nosotros por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición y canto final.

Nota. Agradecer y acordar la próxima tarea común: fecha, lugar, responsables,…


Comentario  9 :  CELEBRAR  EL  CAMINO  RECORRIDO.

1. Evaluar la novena
Siempre son necesarias las evaluaciones de nuestras distintas actividades. Esto nos permite no sólo ver algunas fallas que siempre hay en toda acción humana, sino sobre todo compartir lo que hemos descubierto y gozado en aquella. Es también una manera de celebrar nuestros avances como crecimientos del Reino. Así nos fortalecemos para vivir, creer y actuar mejor.
De esta novena, habría que evaluar la concurrencia, la participación, el contenido, los momentos más fuertes, los puntos débiles, lo que más gustó, lo que faltó… Para que tantos esfuerzos no queden en el aire, hay que programar alguna próxima actividad, sea social en bien del barrio, sea religiosa para alguna fiesta venidera, como por ejemplo, el día de los Derechos Humanos, la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe, la Navidad… Fuera bueno poner fecha, lugar y responsables, para mantener viva la lámpara prendida en esta novena.

2. Apocalipsis: Participaremos mañana del Reino si hoy lo hemos comenzado a hacer realidad.
El cielo nuevo y la tierra nueva son comparables a una ‘hermosa ciudad santa’. Con la imagen de la ‘ciudad’, se quiere significar la unión de la gente en una sola Comunidad, y por ‘ciudad santa’, se muestra la presencia de Dios en el centro de esta ciudad. Esta ciudad santa es hermosa porque en ella se hace realidad el sueño de Dios que es belleza, bondad y verdad. Es la reconciliación de toda la humanidad y de toda la creación, o sea, la armonía del Reino. Los frutos de esta unión de hermanos/as y compañeros/as junto a Dios manifiestan la desaparición de lo que significa sufrimientos: ‘lágrimas, muerte, duelo, gemidos y pena’. A veces, personal y colectivamente, tocamos este paraíso, no perdido, sino que está viniendo un poco más como un pedazo de cielo sobre la tierra.

3. ‘Comenzando ya la fiesta que vendrá’
Lo que podemos construir y tocar del Reino es sólo un esbozo. Pero no por eso es menos realidad o mera esperanza para mañana. El Reino es muy real en su triple dimensión con la naturaleza, con los demás y con Dios mismo. Hay que ‘comenzar a celebrar ya la fiesta que vendrá’, sin esperar que esté definitiva ni perfecta.
Mañana se nos regalará el Reino en su totalidad sin hemos comenzado, en nuestra vida terrena, a hacerlo realidad aunque sea poco. Y cuando hemos logrado algo más de su presencia, cuando nos damos cuenta que crece cerca o lejos, sepamos comunicárnoslo y, sobre todo, celebrarlo, sí, celebrarlo personal y colectivamente.

 A N E X O S.

CONTENIDO
1.     Contenido original: CEBs de Guayaquil
2.     Somos un Reino de fraternidad y libertad.
3.     Pobreza y proyecto de vida, Aníbal Faccendini.


ANEXO  1
LA  NOVENA  A  CRISTO  REY  es un original de las CEBs de Guayaquil.

A continuación así era la primera presentación. La novena anterior es un desarrollo de ésta.

  1. Los conflictos del Reino. Lucas 4,1-13: las tentaciones en contra del Reino.
      A veces el Reino nos parece ‘del otro mundo’ y, al mirar la situación el que nos encontramos, caemos en la tentación de desesperar. Sepamos enfrentar cualquier clase de conflictos.

  1. Los riesgos del Reino. Marcos 4,35-41: Jesús calmó la tempestad.
      La construcción del Reino es algo difícil. Hacer que Cristo reine entre nosotros nos exige enfrentar vientos contrarios y, a veces, tempestades terribles. Pero Jesús lucha con nosotros y su resurrección nos asegura el triunfo definitivo.

  1. La destrucción del Reino. Efesios 6,10-20: el imperio de la muerte.
      Hemos visto cómo impedimos el avance del Reino. Hoy vamos a ver cómo lo hacemos retroceder. El imperio del mal exige de nosotros una respuesta muy decidida para que otros no pierdan la esperanza.

  1. El horizonte del Reino. Génesis 8 y 9: la primera alianza de Dios con nosotros.
      Nos damos cuenta que nuestra realidad es como las 2 caras de una misma moneda: una es dominada por al mal y la otra por el bien. O nos salvamos juntos por vivir la fe, es decir, obrando bien personal y colectivamente, o nos perdemos también juntos por caer en el individualismo, la ambición, el odio... Cristo nos llama a la solidaridad para hacer real su Reino.

  1. El Reino es de Dios. Marcos 11,15-19: un culto sin negocios.
      A veces decimos o escuchamos: ‘Esto no es del Reino’. Jesús es la verdad de Dios: su palabra, sus gestos, su manera de vivir nos permiten saber si estamos con Dios o contra él. No podemos servir a 2 señores: o Dios o el dinero. El Reino es de Dios y solo de él.

  1. El precio del Reino. Juan 12,20-26: una muerte para la vida.
      ‘Sacrificarlo todo por el Reino’: ¡qué linda expresión! De hecho, en esto está nuestra salvación, o construimos el Reino o terminamos en el fracaso. Descubramos que podemos estar dando la vida a diario sin darnos cuenta. Entonces, el Reino ya habita en nosotros.

  1. El modelo del Reino. Génesis 2,5-25: un mundo de armonía.
      ‘El paraíso’ no es un sueño perdido: es la proyección del mañana en el presente de hoy. Es el Reino que vamos construyendo pedazo por pedazo. Conozcamos mejor el sueño de Dios para hacerlo realidad.

  1. La celebración del Reino. Lucas 14,15-24: el Reino es la fiesta de los pobres.
      El Reino está realizado en Jesús y nosotros participamos de él cuando vivimos en armonía con la naturaleza, los demás y Dios. Juntos nos ayudamos para mantener viva esta armonía, para volver a implementarla donde hace falta, fortaleciéndola siempre en nuestros esfuerzos comunitarios. En las fiestas fraternales y en los sacramentos, celebramos juntos esta armonía del Reino.


ANEXO 2: SOMOS UN REINO DE FRATERNIDAD Y DE LIBERTAD, por Soledad.

Descubrimos que somos de una misma clase social: la de los oprimidos y despreciados, "basura del mundo", como dice San Pablo a los corintios (Primera 1,27-31) y a los Filipenses (3,8-10). Para Dios, somos sus preferidos; y Cristo nos elige para llevar a la luz y a la práctica su mensaje liberador.
Acordes con la mayoría de pueblo de los pobres, los obispos han lanzado "la opción preferencial por los pobres" (Puebla 1134), como característica de una verdadera vida cristiana. Solamente los pobres unidos en fraternidad haremos realidad un mundo nuevo. Las demás clases sociales tienen que convertirse a la sabiduría y a la práctica de los pobres. Decía Jesús: "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de Dios" (Lucas 6,21) y al estudiado Nicodemo: "Si no renaces, no puedes entrar en mi Reino" (Juan 3, 3).Renacer hoy es convertirse a la opción de los pobres: ahí está la verdadera conversión.
Si los pobres somos la semilla del Mundo Nuevo, tenemos que valorarnos, reconocer nuestra grandeza, admirar nuestra cultura popular, rescatar nuestros valores. Los verdaderos pobres compartimos, nos solidarizamos con los maltratados, no explotamos a nadie perdonamos a nuestros operarios, luchamos con todos los que quieren cambiar el actual sistema de injusticias, confiamos en Dios y sabemos que su palabra se cumplirá...
No tengamos miedo a las palabras: hacer un mundo nuevo según el corazón de Dios es hacer una Revolución, una revolución que se inicia y progresa cada día: es dar su vida, su tiempo en el trajinar cotidiano para que triunfen la unión, la paz, la fe; es actualizar la muerte y resurrección de Jesús, o sea, “completar en nuestro cuerpo (y en el cuerpo del pueblo) lo que falta en la pasión de Cristo”, como lo dice el mismo Pablo a los Colosenses (1,24). La basura del mundo, los despreciados del continente somos la tierra de sembrío que Dios elige para hacer  germinar y crecer plantas y frutos de resurrección: “Somos un pueblo Santo, un reino divino...”, dice San Pedro (Primera Carta 1,9-10).
Hermanos: sigamos adelante en esta fe y en esta misma lucha cristiana… en fidelidad a tantos hombres y mujeres que han dado su vida y la siguen dando por la causa de los pobres, porque “es la causa de Cristo” (Mensaje 3 del Documento de Puebla).


Anexo  3 :  POBREZA  Y  PROYECTO  DE  VIDA,  Aníbal  Ignacio  Faccendini*

Octubre de 2014.
El hombre que entraba en la modernidad tuvo que luchar consigo mismo mucho. Muchísimo. Fue un largo camino escapar del miedo, la inseguridad y el encantamiento medieval. El ser del medioevo en su momento encontró en el seno de la naturaleza el encantamiento y la contemplación. De la noche del entendimiento, era muy difícil escapar sin trepar por el dolor del fuego.
En la Bastilla (prisión de Paris derribada por los revolucionarios) de la razón se va a romper el pensar por las ideas de otros, para empezar a pensar por sí y para sí. Entonces, la seguridad se va a empezar a construir a partir de la proyección del sujeto en el futuro, y no del estancamiento medieval. Las grandes fuentes de previsibilidades del feudalismo estaban entre otras, en la quietud de los cuerpos, que como dijimos es desde lo estático que otrora se contemplaba a la naturaleza. La otra génesis de seguridad medieval estaba dada por el encantamiento de los fenómenos del mundo exterior. El sujeto de la Edad Media se constituía con seguridades basadas en exterioridades. Todo venía de afuera. Tranquilizaba al hombre de esta época saber que la no realización de su vida se le podía imputar y culpabilizar a otros factores incontrolables, ya sea al encantamiento o a la suerte unánime. Es más, en esta época el hombre no tenía proyección de sí en el devenir. No se podía eyectar sobre su presente para "verse" en un futuro para sí. Esto es, que el sujeto pudiera representarse y cristalizarse en su futuro. Como todo dependía de un alea, por ende de casualidades, el futuro era un presente perpetuo.
Le llevó más de quinientos años al hombre desprenderse del miedo, la angustia y las inseguridades, proceso que de alguna manera es aún. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 (año de la Revolución francesa), esbozó uno de los primeros intentos de establecer el Derecho al Debido Proyecto. Así lo estableció en los artículos 1 y 4. En el artículo 1 cuando estableció que todos los hombres son libres e iguales en derecho y en el artículo 4 al establecer que la libertad consiste en realizar todo aquello que no perjudique a los demás.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU del 10 de diciembre de 1948, marcó un hecho fundamental al declarar la igualdad de todos los hombres sin distingos políticos, de raza y de religión. El artículo 3 constituye el Derecho al Debido Proyecto, al establecer que todo hombre tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad. El artículo 4 ratifica todo lo anterior al expresar que nadie será sometido a la esclavitud o a la servidumbre.
También debemos mencionar la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre los Derechos del Niño entre otras normas. Estas configuran el nuevo derecho que hemos señalado y que éste subsume a muchos otros más.
La posibilidad de toda persona de lanzarse hacia el futuro y no estancarse en el presente hace más sociables y socializables sus conductas. Pues hay una visión más allá del muro presencial. Es difícil lo cotidiano sabiendo que seguirá siendo cotidianamente cotidiano. El salto a un futuro bueno y posible siempre ha sido saludable. El Derecho al Debido Proyecto, es el derecho de toda persona de poder proyectarse y saltar el presente, vivenciándolo en función dinámica. Es en definitiva el derecho a un futuro humanitario de igualdad social, económica y política. La superación de lo malo, de lo mediocre o lo tedioso de una actualidad dada, estaría sostenida por el lanzamiento, la eyección o proyección hacia adelante que pueda realizar toda persona. No hay valoración del presente si no hay posibilidad de trascenderlo. Es el proyecto el que condiciona conductas, emancipándolas de un presente determinado.
Este derecho también es "debido", porque es un nuevo derecho que nace desde la comunidad internacional y sigue en las naciones respectivas. Es un derecho que la comunidad le debe al hombre. Sin proyección no hay humana civilización. El presente por sí sólo, sin puentes, es lo que hace aflorar lo peor del hombre. Sin el derecho a proyectar y proyectarse, queda el tiempo vaciado en días sin sustancia. El ser humano debe recuperar la capacidad de lanzarse libremente a sus posibilidades.
En tal sentido, son importantes las normativas internacionales directas e indirectas referidas al tema por parte de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), UNASUR (Unión de las Naciones de Suramérica), Mercosur (Mercado del Cono Sur), OEA (Organización de los Estados Americanos), de la UE (Unión Europea) y de otros organismos multilaterales. Pero todas ellas resultan insuficientes a la luz, de que la mejor manera de consolidar el Derecho al Debido Proyecto de todo ser humano es fortaleciendo su base, que es mediante la Declaración de Ilegalidad de la Pobreza (DIP), por parte de la ONU. El derecho a tener un proyecto de vida va a depender de que la comunidad humana de la Tierra se comprometa en desnaturalizar y cuestionar la pobreza declarándola ilegal.
Sufrir por pobreza y sufrir por falta de proyectos, no tienen nada de normal y menos de natural.

(*)Aníbal Ignacio Faccendini es coordinador en Argentina de la DIP. Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, Licenciado en Cs. Sociales y HH. (O. Educativa) y docente de la UNR.